El tratamiento del cáncer de laringe puede afectar a los dientes, el habla y la deglución. Por esto, la selección del tratamiento tiene que tener muy en cuenta, entre otras cosas, la calidad de vida que va a tener posteriormente el paciente poniendo como prioridad la preservación de la voz.
Acorde con la localización y etapa del cáncer, este puede ser tratado con cirugía y/o radioterapia o con quimioterapia y radioterapia. La cirugía más habitual suele ser la laringectomía que consiste en la retirada total de la laringe y la colocación permanente de una traqueostomía, lo que conllevaría a una pérdida definitiva del habla, por eso se suele dejar como rescate en caso de fallo de la quimioterapia.
Gracias a los avances científicos, es más común encontrarse con resultados positivos en estos tratamientos de manera que la quimioterapia presenta un alto porcentaje de éxito y la cirugía se supera sin dejar grandes secuelas.
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